Recorriendo los bosques de Collcardús
Turó del Ros (639 m), Turó de la Barromina (468 m), Turó de les Bassotes (538 m), Turó de les Guixeres (574 m) y Turó dels Tres Termes (634 m)
Turó del Ros desde el norte
Los dos principales macizos de la Catalunya Central, la sagrada Montserrat y el núcleo bicéfalo de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, se unen entre sí gracias a un conjunto de serrezuelas de relieve poco accidentado, principalmente colinas pobladas de matorral y de terreno arcilloso y calizo. A pesar de ser modestas, ya que sus máximas alturas apenas superan los 600 metros, estas sierras ofrecen un paseo agradable y cómodo en lo que es un santuario de naturaleza situado en la frontera entre los altamente urbanizados Baix Llobregat y Vallés Occidental. Pero sin duda, el mayor atractivo de este paraje es la sobrecogedora imagen que se tiene de la gran mole montserratina y su infinidad de agujas blancas, que ofrece una de sus mejores estampas desde aquí.
En la ruta reseñada, que es lineal al ir de estación de tren a estación de tren, se atraviesa el sector más oriental de este conjunto, el más cercano a Sant Llorenç del Munt. Se trata del pequeño macizo de Collcardús, formado por una serie de colinas boscosas que se articulan en forma de medialuna y cuya máxima altura recibe el nombre de Turó del Ros, que a su vez es la montaña más alta entre Montserrat y Sant Llorenç del Munt. El principal atractivo de esta sierra es el extenso bosque de pino blanco y encinas que cubre la práctica totalidad de la montaña y que, a su vez, limita bastante el panorama, incluso desde sus cumbres, la mayoría de las cuales están cubiertas por la foresta. Sin embargo, en los momentos en los que el bosque se aclara, se pueden disfrutar de vistas sensacionales de los dos gigantes de la Catalunya Central, lo que hace que la ruta muy indicada para una tranquila matinal en la que se quiera realizar un paseo por los bosques que rodean la metrópolis catalana.
Desnivel600 m
Longitud10,2 km
Altura mínima290 m
Altura máxima639 m
Dificultad técnicaNula
Track en WikilocMapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix
Tal como se ha comentado en la introducción, esta ruta es lineal, saliendo de la estación de tren de Viladecavalls y finalizando en la estación de tren de Vacarisses-Torreblanca. En el caso que se quiera hacer en coche, se puede dejar un coche en cada estación o bien, si solo se tiene uno, dejarlo en la estación de tren de Viladecavalls y volver en tren desde Vacarisses-Torreblanca, siendo paradas consecutivas.
Hoy hemos escogido esta ruta porque hay un episodio muy intenso de calima y polvo sahariano que va a limitar enormemente las vistas y embrutecer el cielo, que desde el primer momento ya tiene un color gris bastante feo. Por eso, preferimos una ruta boscosa en la que el mayor aliciente no sean las vistas. Empezamos saliendo de la estación de Viladecavalls yendo hacia la derecha e ignorando la carretera que sube hasta Can Boixeres.
Paralela a la carretera de Can Boixeres aparece una pista donde vemos la primera señal azul y amarilla. Estas señales nos van a acompañar hasta la misma cumbre del Turó del Ros; se trata del Camí de Collcardús o Sender de Tramuntana, que recorre la sierra.
Tras un corto descenso, las señales nos conminan a abandonar la pista principal y tomar una pista secundaria, que sube por el bosque.
La pista abandona momentáneamente el bosque y nos permite ver el primero de los "turons" o colinas que vamos a ascender, el Turó de la Barromina.
También vemos la modernista casa de Can Boixeres, situada en el "turó" del mismo nombre y que está situada en el corazón de Collcardús, quedando como única colina que no forma parte de la medialuna que conforma el macizo. En nuestro recorrido, vamos a rodearla casi al completo.
Tras pasar por la Font de Sant Miquel, el camino se acerca a la carretera de Can Boixeres, aunque no llegamos a andar por ella porque volvemos a tomar una pista que se dirige hacia la derecha, en dirección al Turó de la Barromina.
La pista se convierte en sendero cuando sube por la cara sur del Turó de la Barromina.
No tardamos en llegar a la despejada cresta somital del Turó de la Barromina, con vistas a...
...la fortaleza de la Mola, cumbre más alta de Sant Llorenç del Munt y uno de los dos gigantes de la Catalunya Central.
Mucho más cercano vemos la siguiente cumbre del recorrido, el Turó de les Bassotes, con una mancha gris rompiendo la homogeneidad del bosque en su parte derecha. Se trata de la pedrera de Joan Purull, por la que vamos a pasar dentro de poco rato.
Bajamos del Turó de la Barromina y repetimos el camino de hace un rato; ignoramos la carretera de Can Boixeres y seguimos por la pista derecha.
Antes de subir por ella, visitamos los hornos de cal situados en la base del Turó de les Bassotes, de tamaño más que notable.
En estos hornos se utilizaba la piedra calcárea sacada de la cercana pedrera de Joan Purull para obtener la cal que luego se emplearía en la construcción de casas, especialmente para el rebozado de las fachadas.
Subiendo un poco por la pista de les Bassotes, llegamos al desvío de la pedrera.
La pedrera de Joan Purull, de roca caliza, es muy inclinada, lo que hace preguntarse como podían trabajar los extractores de piedra con esta pendiente. Sin embargo, el proceso extractivo se confirma por los lisos cortes en las placas de piedra, realizados por explosivos.
Tras esta visita, volvemos a la pista, que se convierte en sendero y traza una gran diagonal para llegar al Turó de les Bassotes por su parte trasera.
En nuestro ascenso, podemos observar con más detalle la preciosa casa de Can Boixeres, que tiene un tejado bastante peculiar. En contraposición a la delicada arquitectura de esta masía, los infinitos polígonos industriales del Baix Llobregat llenan el horizonte.
El Sender de Tramuntana no pasa por la cumbre de les Bassotes, por lo que tomamos el camino secundario que se acerca a su cumbre; el que aparece a la derecha en la fotografía.
En un par de minutos llegamos a la cumbre del Turó de les Bassotes, con un panorama limitado al sur. A nuestros pies, Viladecavalls, de donde hemos salido.
El bosque de Collcardús se extiende hasta llegar al altamente urbanizado Baix Llobregat, al otro lado del cual aparece el macizo del Garraf y de Ordal. En medio del bosque, como faro en una isla, se levanta Can Boixeres.
Aunque la sierra de Collserola, pulmón verde de la capital catalana, situada justo detrás, se encuentra a apenas una veintena de kilómetros, la cantidad de arena del Sáhara en la atmósfera es tal que difumina incluso los panoramas más cercanos.
Tras volver al sendero principal, nos disponemos ahora a avanzar por lo alto de la cresta de Collcardús, muy boscosa y sin vistas.
Sin darnos cuenta, llegamos al tercero de los turons de un total de cinco que ascenderemos hoy, el Turó de les Guixeres. Al estar la cumbre completamente escondida entre el follaje no nos detenemos y seguimos el recorrido.
Empezamos a descender hacia el Coll de Can Margarit, con la silueta de Montserrat apareciendo por vez primera en el horizonte.
El sendero desemboca en el amplio collado de Can Margarit, que señala el punto intermedio del macizo. Delante queda su parte más alta.
Avanzando unos metros por la pista, cuando el carril se desvía hacia la izquierda, nosotros tomamos el sendero que sigue por lo alto de la arista.
En lo que será la subida más pronunciada del día, alternamos tramos de bosque con otros bastante rocosos para el estándar de este macizo.
Llegamos así a la segunda cumbre más alta del macizo y la penúltima de la jornada: el Turó dels Quatre Termes. Al igual que la anterior, no tiene vistas, por lo que avanzamos hacia la última cima.
Tras un corto descenso, llegamos a un nuevo collado cruzado por una maltrecha pista. Al otro lado del collado aparece el sendero al Turó del Ros.
En nuestra subida, vemos la cima, poblada por antenas, en lo alto de un denso bosque.
En pocos minutos llegamos a la cumbre del Turó del Ros, cuyo vértice está situado detrás de la caseta de las antenas.
Si subimos a la plataforma donde está ubicado el vértice, podemos observar buena parte del camino recorrido, desde el cercano Turó dels Quatre Termes...
... hasta el Turó de la Barromina, situado justo detrás de la torre de Can Boixeres y a la derecha del Turó de les Bassotes. Detrás de este macizo cubierto de pinares y encinares, se extiende la gran masa urbanizada del Vallés, con la Cordillera Litoral apenas visible en la parte más lejana.
El día no es especialmente agradable, por lo que no tardamos en empezar el descenso, ahora por la pista que asciende hasta el Turó del Ros por su vertiente norte. En este descenso tenemos buenas vistas de Sant Llorenç del Munt, representado por la Mola, y de la Serra de l'Obac, en la parte central e izquierda de la fotografía.
En nuestro descenso a Vacarisses, nos iremos encontrando con varias bifurcaciones, debiendo seguir siempre la pista principal y más ancha. Mayoritariamente seguiremos dirección noroeste, pudiendo ver siempre la gran masa del Puig Ventós delante.
Al acercarnos a Montserrat, la mítica silueta de esta montaña va ganando detalle, pudiéndose distinguir el monasterio colgado de entre las mil agujas de este divino macizo, separando los sectores de les Gorres, a la izquierda, de la Tebaida a la derecha. Palideciendo bajo la mole montserratina, las modestas cumbres del Puig de l'Hospici y de les Roques de l'Afrau, que pudimos visitar hace unos meses.
Girando hacia el norte, nos acercamos a la autopista, detrás de la cual está Vacarisses.
Tras un buen rato de pista, descendemos hasta el fondo de la Riera de Sant Jaume, pasando por el lado de la depuradora de Vacarisses.
La pista desemboca en un cruce de carreteras. Con cuidado cruzamos el asfalto y nos dirigimos hacia la C-58 pero solo unos metros porque de inmediato aparece a la izquierda...
...una pista asfaltada que, siguiendo el GR, sube una veintena de metros.
Abandonamos la pista, siguiendo de nuevo marcas de GR por un sendero que baja hasta...
...llegar a las vías del ferrocarril. El sendero avanza pegado a ellas y nos dejará, tras andar unos minutos, en la estación de Vacarisses-Torreblanca, donde finalizaremos este recorrido lineal por el poco conocido macizo de Collcardús.