Pocas sierras hay en todo el Pirineo tan míticas como el Cadí. A caballo entre el Alt Urgell, la Cerdanya y el Berguedà, esta monumental muralla emerge con fuerza separando el profundo valle del Segre, al norte, del laberinto de peñas calizas del Prepirineo Oriental, que quedan empequeñecidas ante semejante mole. Por su ubicación, apartada del eje axial de la cordillera, forma parte del Prepirineo, siendo su segundo macizo más alto tras el Cotiella (aunque algunos le conceden el primer puesto, al considerar al Cotiella como parte del Pirineo propiamente dicho). Como consecuencia de su aislamiento orográfico, su prominencia es muy elevada, siendo la séptima montaña más prominente de Catalunya y entrando holgadamente en el ilustre top 20 del Pirineo, formando parte de la élite pirenaica con todo merecimiento.
