A la sombra de Montserrat

Puig Cendrós (499 m), Sant Salvador de les Espases (413 m) y Puig de l'Hospici (518 m)

Sant Salvador de les Espases desde el sendero del Coll de Bram

Los dos principales macizos de la Catalunya Central, la sagrada Montserrat y el núcleo bicéfalo de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, se unen entre sí gracias a un conjunto de serrezuelas de relieve poco accidentado, principalmente colinas pobladas de matorral y de terreno arcilloso y calizo. A pesar de ser modestas, pues sus máximas alturas pasan por poco los 600 metros, estas sierras ofrecen un paseo agradable y cómodo en lo que es un santuario de naturaleza situado en la frontera entre los altamente urbanizados Baix Llobregat y Vallés Occidental. Pero sin duda, el mayor atractivo de este paraje es la sobrecogedora imagen que se tiene de la gran mole montserratina y su infinidad de agujas blancas, que ofrece una de sus mejores estampas desde aquí.

En la ruta reseñada, que es lineal al ir de estación de tren a estación de tren, se atraviesa el sector más occidental de este conjunto, el más cercano a Montserrat, ascendiendo a alguna de sus cimas más relevantes, como el Puig Cendrós o el Puig de l’Hospici. Además, visitaremos la famosa ermita de Sant Salvador de les Espases, el punto más conocido de estos parajes, pues se trata de una ermita bellamente colgada de un escarpe rocoso, en lo que es el rincón más escarpado de este apacible macizo.

FICHA TÉCNICA

Desnivel710 m

Longitud12,6 km

Altura mínima90 m

Altura máxima518 m

Dificultad técnicaNula. Breves trepadas muy fáciles en el ascenso al Puig de l'Hospici.

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

Como he comentado en la introducción, esta ruta es lineal, saliendo de la estación de tren de Olesa de Montserrat y finalizando en la estación de tren de l’Aeri de Montserrat. En el caso que se quiera hacer en coche, se puede dejar un coche en cada estación o bien, si solo se tiene uno, dejarlo en la estación de tren de Olesa y volver en tren desde l’Aeri, siendo paradas consecutivas.

Fotodescripción

Salimos de la estación de Olesa de Montserrat y cruzamos todo el pueblo en dirección a su parte más alta, donde está ubicado el polideportivo. Por problemas con el GPS, el track apenas empieza a marcar en la zona deportiva, pero el camino por el pueblo no tiene mucha historia, solo debemos seguir las calles que suben y eventualmente llegaremos ahí.

Desde el primer momento, la ingente mole de Montserrat aparece en el horizonte. Su intimidante presencia va a ser omnipresente durante toda la jornada.

Dejando el polideportivo atrás, tomamos la pista que sale desde su parking y que, unos metros adelante se bifurca.

En la bifurcación seguimos la pista que va a la derecha y que se dirige a Sant Salvador de les Espases. Esta pista, que asciende suavemente, entra en el valle de la Creu de Beca, que tiene como fondo...

...al alomado Puig Cendrós, una de las cumbres más relevantes de la zona. Esta va a ser nuestra primera cota puntuable de la jornada.

La pista llega hasta la base del Puig Cendrós y traza unas lazadas para ascender los metros que quedan hasta el Coll de les Espases, collado que vemos al otro lado del valle.

Desde el collado se abre el panorama occidental, hasta ahora cerrado. Por encima del Pla de les Bruixes, por donde andaremos unas horas más tarde...

...aparece, imponente, la montaña sagrada: Montserrat.

Tras esta breve parada, la pista rodea el Puig Cendrós por el este y entra en terreno arcilloso cuando nos acercamos al Pla del Fideuer.

Cuando llegamos al Pla, a la izquierda aparece un marcado sendero; será el que nos llevará a lo alto del Puig Cendrós.

70 metros de fácil subida por terreno algo rocoso nos separan de la...

...cumbre del Puig Cendrós, uno de los 100 cims de la lista de la FEEC.

Evidentemente, nuestros ojos se van para Montserrat, con la Abadía de Santa Maria bien enclavada en mitad de las paredes del macizo. Sus pétreos guardianes, las Rocas de Sant Salvador,

Al otro lado del barranco se tiene una vista lateral de otra de las grandes regiones de Montserrat, los Gorros, con la achaparrada Miranda de Santa Magdalena mostrando la cara más dócil del sector en contraste a las grandes torres de la Magdalena Superior o el Gorro Frigi.

Hacia el sur, el valle que hemos recorrido en su totalidad, con Olesa de Montserrat en su final.

Estamos a mitad de ruta, debiendo llegar hasta los mismos pies de Montserrat. Por ello, empezamos el retorno volviendo al Pla del Fideuer. En el horizonte lejano tenemos la fortaleza de la Mola, mientras que a la derecha, como horizonte cercano, tenemos la montaña más alta de la región, el Turó del Ros, que supera por poco los 600 metros.

Siguiente parada: la ermita de Sant Salvador de les Espases. Como es el lugar más visitado con diferencia de toda esta zona, el camino está muy marcado.

Desde el Pla, un sendero sube con fuerza hasta el Coll de Sant Bernat, que nos permitirá cruzar al otro lado de la sierra de les Roques de l'Afrau.

Llegamos al collado, con un icono con la imagen del santo y descendemos por el otro lado.

Cuando llegamos al Coll del Bram nos separamos momentáneamente del sendero principal, que sigue a la derecha y nos llevará a l'Aeri, para desviarnos por el camino que desciende hacia Sant Salvador de les Espases.

Tras un primer descenso por la arcilla, el sendero nos lleva a andar cerca de las paredes de las Roques de l'Afrau.

En este recorrido vemos por primera vez la airosa roca encima de la cual se levanta Sant Salvador de les Espases, siempre con el magnífico telón de fondo de Montserrat.

El sendero recorre momentáneamente el escarpado filo de la arista para rodear la ermita por la derecha.

Llegamos así a la entrada del complejo de Sant Salvador de les Espases, con una arquitectura bastante singular y con muchos parches estructurales.

Para acceder a la cumbre, tenemos que atravesar la ermita por una puerta para llegar al otro lado.

Un corto ascenso por las rocas nos lleva a la cumbre de Sant Salvador de les Espases, el paraje más bonito y sorprendente de la zona.

Mirando atrás vemos la cumbre del Puig Cendrós, que escondía unos roquedos en su cara septentrional. La cumbre se solapa con el más alto Puig Ventós, segunda altura de la zona.

Pero lo más impresionante del entorno cercano son les Roques de l'Afrau, la arista que culmina en Sant Salvador de les Espases. Como se puede comprobar, estamos, y de mucho, en la parte más agreste de estos montes. A la izquierda tenemos el Coll del Bram, donde tenemos que volver para seguir con la travesía.

Una vez de vuelta en el collado, tenemos que sortear una vertical cota rocosa que el camino salva por la izquierda.

Con el Puig de l'Hospici delante, descendemos al Collet de Sant Salvador y empezamos la última gran subida del día.

Este ascenso es el que tiene más enjundia, pues a media subida tenemos una breve y sencilla trepada por unas graderías rocosas.

Un fuerte ascenso por descompuesto terreno arcilloso nos lleva cerca de la cumbre del Puig de l'Hospici, cuyo vértice nos sirve de faro.

El sendero culmina el cordal unos metros a la izquierda de la cumbre, sin pasar por ella. Pero vale la pena ascender los apenas 10 metros que nos separan del...

...Puig de l'Hospici, un soberbio mirador de la zona.

Hacia el norte, vemos el poco accidentado relieve que nos separa del lejano macizo de Sant Llorenç del Munt (con su mayor altura, la Mola, en sombras) i l'Obac (que es la parte más occidental del macizo, soleado).

El Puig Ventós, a pesar de ser una altura modesta, tiene una presencia solemne e imponente al ser la montaña más destacada de la zona donde estamos, pues el Turó del Ros queda más alejado hacia el este.

Las estribaciones del Puig de l'Hospici solo dejan ver lo más alto de la arista de les Roques de l'Afrau, que tienen su final en la puntiaguda cumbre de Sant Salvador de les Espases.

Ascendidas todas las cumbres que teníamos que ascender, solo nos queda el largo descenso hasta la base de Montserrat. Para ello, primero pasaremos por el collado de la derecha del Turó de la Socarrada, la cima que aparece detrás de la torre eléctrica, y bajaremos hasta el gran altiplano del Tossal Rodó, que se distingue a la izquierda. A partir de ahí solo quedará bajar hasta el Llobregat.

Tomando la pista que se origina cerca del Puig de l'Hospici, cruzamos varias encrucijadas con otros caminos, aunque siempre tenemos que seguir el PR y los carteles que llevan al Coll de les Bruixes.

Tras atravesar el Turó de la Socarrada, la pista desciende 100 metros de desnivel hasta llegar al Coll de les Bruixes. Detrás, las agujas de Montserrat se van escondiendo detrás de la Serra del Cul de Portadora.

En la bifurcación presente en dicho collado, tomamos la pista de la izquierda, que empieza a rodear la Serra del Cul de Portadora. Debemos llegar al otro lado de esta sierra.

Si miramos a la izquierda, veremos una curiosa triple alineación: Sant Salvador de les Espases, el Puig Cendrós, y el Puig Ventós, 100 metros de diferencia entre cada cumbre.

Ignorando la pista que va al Pla de les Bruixes, que dejamos a la izquierda, seguimos por el carril que veníamos siguiendo hasta...

...llegar esta bifurcación, ya con las indicaciones señalando el Aeri. Dejamos pues la pista y...

...entramos en un sendero que cambia de dirección hacia el norte, mientras se acerca a la mole de Montserrat.

Cuando llegamos sobre la vertical de la estación de tren, el sendero empieza un descenso fuerte y algo incómodo por la presencia de tierrecilla. En cualquier caso, el descenso no es muy largo y sin darnos cuenta...

...llegamos directamente al andén de la estación, finalizando esta excursión, diferente a lo habitual, en la que hemos recorrido unos montes poco conocidos pero que tienen su encanto.