Un balcón sobre Bagà

Roca Tiraval (1.453 m) y Serra de Gisclareny (1.548 m)

La Roca Tiraval y la Serra de Gisclareny desde Bagà

La Roca Tiraval es el diente calizo que domina el pueblo de Bagà, la capital del Alt Berguedà. Perfectamente visible desde el pueblo y con una estampa imponente, una vez en lo alto no podemos esconder una pequeña decepción al ver que de cumbre tiene poco, al no ser más que el modesto extremo oriental de la Serra de Gisclareny, sin apenas prominencia. A pesar de esto, tiene gran importancia en el pueblo de Bagà, y su ascenso es un clásico de la zona. Y es que, a pesar de su nula significancia orográfica, la Roca Tiraval es un fabuloso mirador del Alt Berguedà y de la muralla que cierra la región por el norte separándola de la Cerdanya: la Serra del Moixeró.

En esta reseña se propone una ruta lineal que, partiendo desde el pueblo de Bagà, asciende a la Roca Tiraval para finalizar en la Collada de Turbians, desde donde podemos volver a bajar al pueblo o, si contamos con dos coches, también podemos concluir la ruta. Si somos “tachacumbres”, podemos complementar esta ruta con el sencillo ascenso de la auténtica cumbre de la Serra de Gisclareny que, a diferencia de su apéndice, queda totalmente relegada a un segundo plano a pesar de ser la que ostenta la primacía en cuanto a prominencia y relevancia geográfica, probablemente debido a las nulas vistas que ofrece al estar totalmente cubierta de bosque. Así, con el premio paisajístico que ofrece la Roca Tiraval y el aliciente montañero y orográfico que ofrece la Serra de Gisclareny, nos queda una bonita ruta por el siempre impresionante Alt Berguedà.

FICHA TÉCNICA

Desnivel800 m

Longitud5,8 km

Altura mínima770 m

Altura máxima1548 m

Dificultad técnicaNula. Tramo sin camino de subida a la Serra de Gisclareny pero muy cómodo

Track en Wikiloc

Mapa de la ruta realizada tomado en el visor Iberpix

Acceso

El inicio de esta ruta es el pueblo de Bagà, que cuenta con abundantes sitios de aparcamiento. Es indiferente el punto donde aparquemos al tenernos que dirigir siempre al mismo punto, el puente sobre el río Bastareny. Es una ruta lineal, con final en la collada de Turbians, a donde llega una carretera desde el cercano pueblo de Gisclareny y, donde hay posibilidad de dejar un segundo coche para regresar. En caso de que no esta posibilidad, se puede regresar por el mismo camino o por la pista que llega desde Bagà a la Collada de Turbians. Calcula la ruta desde cualquier punto de inicio pulsando este enlace a Google Maps.

Fotodescripción

Empezamos esta ruta en el pintoresco pueblo de Bagà, rodeado de las agrestes montañas del Prepirineo Central catalán. Independientemente de dónde aparquemos el coche, tenemos que cruzar el caudaloso río Bastareny y pasar a la vía verde del Nicolau.

Después de tomar una curva a la derecha por la pista, divisamos como un empinado sendero se abre a la izquierda y comenzamos a subir por él.

El sendero sube con decisión por una ladera pedregosa, trazando zigzags para ganar altura con mayor comodidad.

El ascenso transcurre de momento por terreno despejado, lo que nos permite disfrutar el panorama hacia la gran muralla que cierra el Berguedà por el norte, el imponente Moixeró. En la imagen distinguimos alguna de sus cumbres, como el Puig Cubell o también la cima más alta de la sierra, les Penyes Altes del Moixeró.

A su vez, vemos como vamos dejando atrás el pueblo de Bagà.

Con la Roca Tiraval apareciendo en el horizonte, entramos en terreno algo más llano. A la izquierda de la foto vemos despuntar el tejado de la masía de Matamala.

El sendero desemboca precisamente a la pista de Matallops, pero no nos dirigimos a la casa, sino que tomamos sentido contrario para descubrir a los pocos metros...

...el inicio del sendero a la Roca Tiraval, que empieza a subir de nuevo por el bosque.

El sendero se une a un ancho camino que avanza por el bosque y que deja a un lado...

...la ermita de Santa Fe de Quer.

Cuando nos acercamos a la masía de Quer, cruzamos el vallado eléctrico y seguimos subiendo por el camino del otro lado.

No tardamos en observar el impresionante diente de la Roca Tiraval, que emerge entre los densos bosques que cubren el Alt Berguedà. Aunque en la foto no se aprecia muy bien, detrás del haya de la izquierda de la foto se encuentra un desfiladero, el Estret de Turbians. Este paso nos va a permitir bordear la pared de la Roca por el lado izquierdo y acceder a su cara sur, desde donde iniciaremos el ascenso.

El ancho camino que veníamos siguiendo entra en un prado y se convierte en un sendero que...

...entra en el frondoso bosque bajo las paredes de la Roca Tiraval, que llegamos a tocar cuando atravesamos el Estret.

Tras superar el desfiladero, llegamos a una bifurcación. Siguiendo recto, llegaríamos a la Collada de Turbians, nuestro destino final. El camino que sube con fuerza por la derecha del gran hito es el que nos llevará a lo alto de la Roca Tiraval.

Al salir del bosque, tenemos una buena perspectiva del fondo del valle de Turbians, de donde venimos. Culminándolo, el collado y la cima que comparten el mismo nombre.

El ascenso es muy empinado y gana altura con rapidez por la despejada ladera meridional de la Roca Tiraval, llegando tras haber ganado algo más de 200 metros de desnivel a...

...al magnífico mirador que es su cumbre. Desde la proa rocosa de la Roca Tiraval disfrutamos de una imagen perfecta del gran circo que cierra la comarca por el norte, el Moixeró, que finaliza en su extremo oriental...

...en la colosal Tossa d'Alp que, como todo el Moixeró, tiene una cara sur casi infranqueable.

A nuestros pies, divisamos prácticamente toda la ruta que hemos seguido hasta aquí, con la casa y ermita de Quer en primer plano y el pueblo de Bagà ligeramente más atrás. Al fondo, el valle del recién nacido Llobregat, que separa el macizo de la Tossa y el Puigllançada, a la izquierda, de los hayedos del Catllaràs, a la derecha. Y, más allá...

...las verdes montañas de la Serra de Montgrony, bien escoltadas por otro de los grandes del Prepirineo catalán, el Taga, y su fiel acompañante, el solitario Puig de Sant Amanç.

El sendero apenas se detiene en la Roca Tiraval, continuando su ascenso, aunque ahora con mucha más suavidad, por la cresta de la Serra de Gisclareny. Sin embargo, antes de proseguir, es imposible no detenerse, casi en un acto reflejo, ante una aparición que parece arrancada del paraíso.

Y es que ha aparecido su majestad el Pedraforca. Sin duda, una de las montañas más bellas y emblemáticas de todo el Pirineo.

Tras un corto tramo de cresteo algo más abrupto, el sendero pasa a la comodidad de la hierba bajo el pinar de la Serra de Gisclareny.

El sendero pasa a bordear por el sur la cumbre de la Serra de Gisclareny, dirigiéndose directamente a la Collada de Turbians. Como queremos coronarla, cuando nos parece más conveniente, abandonamos el sendero y empezamos a buscar, sin camino pero por terreno muy cómodo, el punto más alto de la sierra.

Como rápidamente comprobamos, poca gente tiene interés en tachar la cumbre de la Serra de Gisclareny porque, en su punto más alto (comprobado tanto en el mapa como en el GPS), no hay ni un triste hito, solo un mojón que señala el cambio de término municipal y unos troncos secos en el suelo. Tampoco es que haya mucho que ver, ya que, debido a la frondosidad del bosque, no hay mucho paisaje que divisar.

Así pues, apenas nos detenemos en la cumbre y volvemos al sendero, al que llegamos cuando falta muy poco para llegar...

...a la Collada de Turbians, donde hoy vamos a finalizar esta ruta lineal por este panorámico rincón del Alt Berguedà.